viernes, 1 de noviembre de 2013

ÉPICA HISTÓRICA DE LA ANTIGÜEDAD



En la Grecia de la Antigüedad hubo una ‘épica histórica’, de época helenística e imperial: pero no se conservan los textos, que son solo excepciones exóticas.
  • Estas obras se referían a hechos históricos próximos en el tiempo y tenían carácter encomiástico (eran poesía retórica). 
  • Algunos autores: Páncrates de Alejandría, Olimpiodoro de Tebas, Claudio Claudiano… 
En el caso de Roma sí hay una gran epopeya de argumento histórico que ha llegado hasta el presente: la Farsalia de Lucano, también llamada Guerra Civil (De bello ciuili).
Por cierto, la composición de una epopeya latina con argumento histórico no es una innovación absoluta de Lucano: esta era una forma de épica que ya se había cultivado antes entre los romanos, en el caso de los Anales de Enio, intento de epopeya nacional anterior a la Eneida
Lucano era sobrino de Séneca y cordobés como él. Vivió muy poco tiempo, entre los años 39 y 65. Murió con veintiséis años pero no por causas naturales: Nerón lo obligó a suicidarse (igual que a su tío Séneca) después de que fracasara la conjura antineroniana de Pisón.

En el caso de Lucano, a diferencia de lo que ocurre con Virgilio y la Eneida, sí se nota con facilidad el carácter inconcluso de la Farsalia porque la narración se interrumpe abruptamente en el libro diez.

Su tema son las guerras civiles libradas entre César y Pompeyo, narradas hasta el momento en que César se halla asediado en Egipto (en Alejandría), junto con Cleopatra.

La cuestión que está en el trasfondo de la obra es que, en el año 49 a. C., César, que intentaba hacerse con el poder en Roma, en un momento de crisis de la institución republicana, se enfrentó al Senado y a Pompeyo.
Este había sido su compañero en el triunvirato que había regido la ciudad entre el 60 y el 53 (el tercer miembro, Craso, había muerto en una expedición contra los partos). 
El título de Farsalia obedece al nombre de la batalla decisiva en la que César venció a Pompeyo. El comienzo del poema  (1,1-7) es este:
Guerras más que civiles cantamos, libradas en las llanuras de Ematia, y el crimen investido de legalidad, y un pueblo poderoso que, con su diestra vencedora, se revolvió contra sus propias entrañas; la lucha entre formaciones de la misma sangre y, rota la alianza para la tiranía, el enfrentamiento, con intervención de todos los efectivos del universo trastornado, para abocar a un delito que afectó por igual a ambos bandos; enseñas alineadas frente a enseñas iguales y hostiles, idénticas águilas frente a frente y picas amenazando a idénticas picas. 
La obra ha recibido valoraciones muy diversas a lo largo del tiempo: ha sido un texto fundamental en muchas épocas (Dante lo situaba en el Infierno al lado de Homero, Horacio y Ovidio). Pero en otras se le ha prestado muy poca atención.

En primer lugar se ha discutido su propia naturaleza de poema épico: ¿es un poema de argumento histórico o una historia compuesta en verso? Esta ha sido durante mucho tiempo la cuestión central en torno a la Farsalia.
Hoy en día se aprecia mejor el valor de la obra de Lucano, a pesar de ser una obra inacabada. Sobre todo, ya no se cae en el error de juzgarla por contraste con la Eneida
Esta exposición va a comentar algunas de las características principales de la Farsalia, aludiendo a sus diferencias respecto a la Eneida.
  • Esto servirá para recordar las características de este poema, la epopeya fundamental de Roma. 
  • Al tiempo se evitará valorar la Farsalia en contraposición a la Eneida.
El argumento es de carácter distinto en los dos poemas: de la saga mitológica se pasa en la Farsalia al relato de acontecimientos reales y relativamente recientes (43-42 a. C., las guerra civil, y 63 d. C., composición de la Farsalia: distancia de unos cien años).

El aparato divino (que sí aparece en Virgilio, aunque ni el poeta ni sus lectores debían de creer ya en él) desaparece: se menciona a los dioses de Roma pero no intervienen en la acción como en el caso de la Eneida.
En lugar de los dioses son las brujas y la hechicería quienes aportan el elemento sobrenatural: en este sentido la maga Ericto es un personaje importante. 
El héroe central al estilo de Eneas tampoco tiene cabida en el tipo de epopeya que quiere escribir Lucano. Además ha sido muy discutido quién debe ser considerado como el protagonista (¡no se debe confundir "protagonista" con "héroe") de la Farsalia:
  • ¿César? (César es un personaje enteramente negativo en la Farsalia, la encarnación de la tiranía).
  • ¿Pompeyo?
  • ¿El pueblo romano en su conjunto? (de hecho la Farsalia parece, por lo menos, una ‘epopeya colectiva’). 
El estilo de Lucano también es distinto del de Virgilio y resulta recargado: pomposo, barroco… Sus contemporáneos le reprocharon su retoricismo, excesivo según Quintiliano: decía que Lucano debía ser imitado por los oradores y no por los poetas.

Desde un punto de vista ideológico es notable también el influjo de las doctrinas estoicas, que a veces se plasman en versos lapidarios como este (4,579):
datos ne quisquam seruiat enses, las espadas se les han dado para que nadie sea esclavo. 
(El verso parece una invitación a rebelarse contra los tiranos; pero en realidad, en su contexto, es una invitación al suicidio cuando el individuo no puede mantener su ánimo estable). 
Desde el punto de vista de la ideología de Lucano también es importante su actitud hostil hacia el régimen político de su época (el principado) y el emperador: recuérdese que, en cambio, Virgilio cantaba (con reservas) el programa político de Augusto.

Aunque los intentos de innovación de Lucano fallen a veces, su obra posee aciertos que resultan evidentes si, como se proponía antes, renunciamos a establecer una comparación literaria entre la Farsalia y la Eneida: en esa comparación Lucano lleva las de perder.

Después de todo, la epopeya sobre la guerra civil era una obra de juventud que Lucano no tuvo ocasión de redondear.
Es oportuno recordar que también existen en la literatura española ejemplos de épica histórica. Quizá el poema de este tipo más famoso sea La Araucana de Alonso de Ercilla (1533-1594), sobre la conquista de Chile.