viernes, 30 de septiembre de 2011

NOVELA BIZANTINA: NOVELA DE BIZANCIO


Incluyo una entrada sobre literatura bizantina con la pretensión de aclarar una confusión terminológica y por completar las explicaciones que les he dado en clase en estos últimos días a los alumnos de Literatura Universal. Explicaciones siempre mínimas porque Bolonia obliga a hacer Literatura-Express: por la cuenta que nos trae, ¡ojalá no haga Medicina-Express!

PD. Sobre el concepto de "novela bizantina" escribí un artículo que podéis encontrar aquí.


El género de la novela se siguió cultivando en la Edad Media, tanto en Occidente (sobre todo en Francia) como en Oriente, es decir: en Bizancio. En la Edad Media hubo, por tanto, una novela bizantina, y aprovecho este hecho para hacer una aclaración terminológica:
  • En ocasiones se llama “novela bizantina” a la novela griega de la Antigüedad (Dafnis y Cloe, p. ej.). 
  • Ahora bien, esas novelas no se escribieron en el período bizantino, que comienza, si acaso, en el S. IV d. C. (a esa cronología sólo puede pertenecer, si fuera cierta su cronología más alta, la novela de Heliodoro). 
  • Aquí interviene un error de datación del que somos culpables los filólogos clásicos, no los hispanistas: en el S. XIX los filólogos clásicos alemanes (Erwin Rohde) pensaban que las novelas griegas habían sido escritas bajo el influjo del movimiento conocido como Segunda Sofística: así pues, se las databa entre dos extremos, los siglos II d. C. (época de Jámblico) y VI (época de Caritón). 
  • Esta teoría fue desmentida hace un siglo por los descubrimientos de papiros: éstos han obligado a separar de la época bizantina las novelas griegas conservadas. 
  • Hoy en día los filólogos clásicos saben cuál es la cronología real de la novela griega de la Antigüedad pero otros especialistas siguen cautivos del error provocado por Rohde y consagrado en España por Menéndez y Pelayo. 
  • En definitiva: la novela griega de la Antigüedad no es “novela bizantina”, y además lo lógico es reservar ese nombre para las novelas que se escribieron en Oriente durante la Edad Media. 
De esas novelas, las auténticas novelas bizantinas, hemos de comentar algo ahora. Tras el ocaso que experimentó al final de la Antigüedad, el género de la novela resurgió con fuerza en Constantinopla durante el S. XII
  • bajo el influjo de la novela de la Antigüedad, 
  • con independencia de modelos occidentales como el representado por Chrétien de Troyes. 
Esas primeras novelas bizantinas se compusieron a la luz del modelo de las novelas griegas de la Antigüedad: así sucedió por ejemplo en el caso de Hismine e Hisminias de Eustacio Macrembolites, claramente influida por la Leucipa y Clitofonte de Aquiles Tacio.


De la época conservamos cuatro textos de los que el único en prosa es la obra citada de Eustacio Macrembolites, Hismine e Hisminias. Junto a ésta se han de mencionar otras tres novelas escritas en dodecasílabos:
  • Teodoro Pródromo, escritor del S. XII, compuso Rodante y Dosicles; 
  • Nicetas Eugeniano (SS. XII–XIII) es autor de Drosila y Caricles; 
  • por último, de Constantino Manases (S. XII) conservamos los fragmentos de su Aristandro y Calítea. 
A un período posterior (SS. XIII–XIV) pertenece una serie de novelas anónimas (Beltandro y Crisanza, Calímaco y Crisórroe, Lívistro y Rodamna) con características diferenciadas:
En ellas se hace ya patente el influjo de la novela caballeresca francesa, influjo que desplaza al de la novela griega antigua. 
Es de esa novela (la novela caballeresca francesa) de la que realmente interesa hablar cuando se habla de novela medieval europea:
  • mientras que la novela de Bizancio, la auténtica novela bizantina, no ha dejado huella en la tradición, 
  • sí lo ha hecho la novela medieval de Occidente; 
  • la novela griega de la Antigüedad volvió a su vez a influir en la novela del S. XVI, una vez que se empezó a traducirla e imprimirla. 



ALGUNAS REFERENCIAS:

BEATON, R., The Medieval Greek Romance, Londres-Nueva York, 1996 (2ª ed).
Calímaco y Crisórroe, ed. C. García Gual, Madrid, 1982.
Historia extraordinaria de Beltandro y Crisanza, ed. J. M.ª Egea, Granada, 1998.
Lívistro y Rodamna, ed. Moreno Jurado, Sevilla, 1994.
MENÉNDEZ Y PELAYO, M., Orígenes de la novela, vol. 1, Santander, 1943 (= 1905).
POLITIS, L., Historia de la literatura griega moderna, trad. G. Núñez, Madrid, 1994.
ROHDE, E., Der griechische Roman und seine Vorläufer, Leipzig, 1914 (3ª ed.).
TEODORO PRÓDROMOS, Rodante y Dosicles, trad. J. A. Moreno Jurado, Madrid, 1996.
TORRES GUERRA, J. B., “¿Novela bizantina o novela helenizante? A propósito de un término consagrado”, en I. Arellano, V. García Ruiz y C. Saralegui (eds.), Ars bene docendi: Homenaje al Profesor K. Spang, Pamplona, 2009, pp. 567-574.