sábado, 9 de mayo de 2009

EL CORPUS HESIÓDICO: TEOGONÍA




Parece conveniente dedicar dos entradas distintas a los dos poemas que, en la tradición, pasan por ser las obras hesiódicas canónicas. En esta primera entrada hablaré de la Teogonía, y en concreto seguiré este plan:
  1. Empezaré hablando del autor.
  2. Me referiré a los problemas que plantea el corpus hesiódico.
  3. Me centraré en la Teogonía y comentaré su estructura, su elaboración poética, la teología de Hesíodo y los elementos orientales presentes en el poema.


1. HESÍODO EN SU CONTEXTO

Frente a Homero, el beocio Hesíodo (S. VII a. C.) es un autor de contornos mucho más precisos.
Posiblemente se halla dotado de una incipiente conciencia de autor, que le hace hablar de sí mismo en lugares estratégicos de su poesía.
También parece que ello implica un rasgo de mayor modernidad frente al aedo de Jonia, al cual casi todos los críticos, con alguna gloriosa excepción (West), consideran más viejo.
Empezamos, por tanto, situando a Hesíodo como miembro de una sociedad agraria (mira Detienne 1963, De Hoz 1994) que posiblemente compatibiliza los trabajos propios de esa sociedad (dedicación al ganado y la agricultura) con la práctica de una nueva habilidad, la poesía, cuyo don atribuye el autor a las Musas heliconíadas.



2. EL CORPUS HESIÓDICO

Igual que a Homero, también a Hesíodo se le atribuyó un corpus poético amplio, de carácter genealógico y didáctico frente al corpus épico de su antecesor.
Hoy en día (no ha sido siempre así) se supone que son obras auténticas suyas tanto la Teogonía como los Trabajos y Días (mira ); de estas dos obras, la más antigua es la Teogonía, según evidencia la referencia a ella (a su verso 225) en Trabajos y Días 11.
Además corrieron también en la Antigüedad bajo el nombre de Hesíodo otras obras
  • como el Escudo de Heracles (conservado)
  • y, sobre todo, el fragmentario Catálogo de las mujeres, obra concebida como continuación natural de la Teogonía. La pérdida de este poema, al que la crítica le ha dedicado bastante atención en fechas próximas (mira West 1985; Dräger 1997; Hirschberger 2004), es especialmente de lamentar.


3. LA TEOGONÍA: EL MITO DE SUCESIÓN Y EL PENSAMIENTO TEOLÓGICO DE HESÍODO

La exposición propiamente dicha sobre la Teogonía se debe abrir con un comentario sobre su estructura y, ante todo, sobre las características del largo proemio (vv. 1-115) que constituye un verdadero himno a las Musas:
Por las Musas del Helicón comencemos a cantar,
las que moran del Helicón en la alta y divina montaña
y en torno a la fuente violácea y el altar
del poderoso Cronión bailan con delicados pies;
tras lavar su suave piel en el Permeso
o en la fuente Hipo o el divino Olmeo
en lo alto del Helicón componen sus coros
hermosos, adorables: ágilmente menean los pies.
De allí parten cubiertas de espesa bruma
y marchan en la noche lanzando su preciosa voz,
celebrando a Zeus que lleva la égida y a la soberana Hera,
argiva, que camina con sandalias de oro,
y a la hija de Zeus que lleva la égida, Atena de ojos de lechuza,
a Febo Apolo y a Ártemis flechadora,
a Poseidón, que domina y sacude la tierra,
a Temis venerable y a Afrodita de ojos vivaces,
a Hebe coronada de oro y a la hermosa Dione,
a Leto, Jápeto y Crono de torvos pensamientos,
a Eos, al excelso Helios y la brillante Selene,
a Gea, al profundo Océano y a la negra Noche,
y al sacro linaje de los demás dioses que siempre existen (trad. J. B. Torres).
En su intento de narrar el universo, Hesíodo adopta después un formato genealógico, similar al observado en otras tradiciones, y comienza planteando el nacimiento de las primeras realidades naturales (Caos, Eros, Tierra, Cielo) para pasar luego de la cosmogonía a la teogonía.
Es fundamental destacar que en el poema existe, por así decirlo, un esqueleto, el Mito de Sucesión (Urano-Crono-Zeus), dentro del que se van insertando los diversos mitos que introducen variedad en la narración.
Un ejemplo fundamental de estos mitos es el mito de Prometeo, mito etiológico de principio a fin, un duelo de astucia constante entre Zeus y Prometeo (acción-reacción-acción-reacción...) del que, al final, sale victorioso Zeus, aun habiendo sido antes burlado en la apariencia por Prometeo:
Es que cuando estaban separándose dioses y mortales hombres
en Mecona, entonces Prometeo un gran buey con ánimo decidido
repartió y sirvió, por burlar la inteligencia de Zeus.
A éste las carnes y las vísceras ricas en grasa
dentro de una piel presentó, tras cubrirlas con el vientre del buey.
Mas a los hombres los blancos huesos del buey con treta engañosa
disponiéndolos se los presentó, tras cubrirlos con brillante grasa.
En efecto entonces le dijo el padre de hombres y dioses:
“Hijo de Jápeto, preclaro entre todos los dioses soberanos,
amigo, ¡con qué celo desigual repartiste las porciones!”
Así dijo burlándose Zeus sabedor de inmortales designios.
A éste por su parte replicó Prometeo de torvos pensamientos,
con una ligera sonrisa, que no se olvidó de su treta engañosa:
“Zeus gloriosísimo, magnífico entre los dioses que siempre existen,
de estas partes escoge la que en el pecho tu ánimo te sugiera”.
Así dijo tramando un engaño; y Zeus, sabedor de inmortales designios,
se dio cuenta y no ignoró el engaño: males tramaba en su ánimo
para los mortales hombres, que también se habían de cumplir.
El uno con ambas manos levantó el blanco unto:
de furia se llenó su pecho, y la ira tocó su corazón
al ver los blancos huesos del buey con treta engañosa.
Desde entonces a los inmortales sobre la tierra las estirpes de los hombres
queman los blancos huesos en los altares sacrificiales (vv. 535-557, trad. José B. Torres).
El Mito de Sucesión consta de diversas fases:
  • Castración de Urano y nacimiento de Afrodita.
  • Nacimiento de Zeus y engaño a Crono.
  • La Titanomaquia.
  • Enfrentamiento Zeus-Tifeo.
Se ha de insistir en que el Mito de Sucesión está puesto al servicio de la glorificación de Zeus: para Hesíodo, este dios es, en último extremo, el garante del universo al que están sometidas todas las otras potestades.
Puede ser oportuno recordar que el final de nuestra Teogonía está pensado para conectar con una obra posterior sobre la genealogía de los héroes (el Catálogo de las mujeres).

En este punto de la exposición se ha de comentar que Hesíodo, muy especialmente en el caso del Mito de Sucesión, tiene una gran deuda con las tradiciones orientales, fundamentalmente hititas.
Aunque la cuestión no es evidente, parece lo más probable (ésta es, al menos, la hipótesis de West) que el Mito de Sucesión haya pasado de Oriente a Grecia en el segundo milenio a. C.

José B. Torres Guerra


ALGUNAS REFERENCIAS:

* Bibliografía de carácter general sobre Hesíodo:
ADRADOS, F.R., “Hesíodo”, en J.A. López Férez (ed.), Historia de la Literatura Griega, Madrid, 1988, pp. 66-86.
CLAY, J.S., Hesiod's Cosmos, Cambridge-Nueva York, 2003.
DE HOZ, J., “Hesíodo en sociedad”, en J.A. López Férez (ed.), La épica griega y su influencia en la literatura española (aspectos literarios, sociales y educativos), Madrid, 1994, pp. 113-154.
DETIENNE, M., Crise agraire et attitude religieuse chez Hésiode, Bruselas, 1963.
DRÄGER, P., Untersuchungen zu den Frauenkatalog Hesiods, Stuttgart, 1997.
FRÄNKEL, H., “Hesiod”, en Dichtung und Philosophie des frühen Griechentums, Múnich, 1962, 2ª ed., pp. 104-146.
HAMILTON, R., The Architecture of Hesiodic Poetry, Baltimore-Londres, 1989.
HEITSCH, E. (ed.), Hesiod, Darmstadt, 1966.
HIRSCHBERGER, M., Gynaikon Katalogos und Megalai Ehoiai: ein Kommentar zu den Fragmenten zweier hesiodeischer Epen, Múnich, 2004.
PÉREZ JIMÉNEZ, A. (trad.), Hesíodo. Obras y fragmentos, Madrid, 1978.
WEST, M.L., “La formación cultural de la polis y la poesía de Hesíodo”, en R. Bianchi Bandinelli (ed.), Historia y civilización de los griegos. I. Orígenes y desarrollo de la ciudad. El medioevo griego, Barcelona, 1982, pp. 264-299 (Storia e Civilitá dei Greci, Milán, 1978).
WEST, M.L., The Hesiodic Catalogue of Women. Its Nature, Structure and Origins, Oxford, 1985.
* Sobre la Teogonía:
LÓPEZ SALVÁ, M., “La literatura del Próximo-Oriente en la literatura arcaica y clásica griega: estudios y estado de la cuestión”, Tempus 8 (1994), pp. 5-48.
MUSÄUS, I., Der Pandoramythos bei Hesiod und seine Rezeption bis Erasmus von Rotterdam, Göttingen, 2004.
SCHWABL, H., Hesiods Theogonie. Eine unitarische Analyse, Viena, 1966.
SOLMSEN, F., “The Two Near Eastern Sources of Hesiod”, Hermes 117 (1989), pp. 413-422.
STODDARD, K., The Narrative Voice in the Theogony of Hesiod, Leiden-Boston, 2004.
VERNANT, J.P., “El mito de Prometeo en Hesíodo”, en Mito y sociedad en la Grecia antigua, Madrid, 1982, pp. 154-169 (Mythe et société en Grèce ancienne, París, 1974).
WALCOT, P., Hesiod and the Near East, Cardiff, 1966.
WEST, M.L. (ed.), Hesiod. Theogony, Oxford, 1966.
WEST, M.L., The East Face of Helicon: West Asiatic Elements in Early Poetry and Myth, Oxford, 1997.




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